Buenas Noticias
Cuando sintonizamos algún programa de noticias podemos ver que las malas noticias parecen tener reservado el horario estelar. Rara vez se cuela alguna buena noticia. Desafortunadamente, así parece ser la vida: constantemente somos bombardeados por situaciones y problemas.
Parece que llevamos vida de bomberos: combatiendo fuegos todo el tiempo. Pero, ¡Qué bueno es cuando recibimos buenas noticias! Las buenas noticias son refrescantes a nuestras vidas. Tristemente, con el tiempo, cada buena noticia es sofocada por la cantidad e intensidad de las malas noticias que recibimos. Parece que no hay remedio.
Desde Adam y Eva hasta nuestros tiempos hemos caído en el error de dudar las promesas de Dios, queriendo saber más que Él, y tratando infructuosamente de vivir en independencia del dador de la vida. No hay que ser un genio para saber cuál ha sido el resultado de esta estrategia: tristeza, sufrimiento y muerte.
Nuestro rechazo hacia Dios pudo haber resultado en una reacción similar de Su parte, pero no fue así. En lugar de abandonarnos a las consecuencias de nuestro pecado, Dios decidió ofrecernos la oportunidad de restablecer una relación reciproca de amor con Él.
porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. – Romanos 6:23
Las malas noticias continuarán. Pero, cuál será la última noticia para tu vida dependerá de tu reacción a el constante llamado de Dios. Escucha, cree y vive Su palabra, y disfrutaras así de la buena noticia de Su salvación.
El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna…llegará la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida; pero los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. – Juan 5:24-29
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