Lecciones sencillas de la carta a los Romanos – parte 8
Una importante decisión
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. – Romanos 8:1
Ninguna condenación. ¡Que consuelo saber que a través de Cristo nuestro destino cambió de condenación a vida! Por el sacrificio de Cristo fuimos redimidos de la esclavitud del pecado. Sin embargo, para continuar viviendo una vida libre de condenación, es necesario que a diario tomemos la decisión de no vivir de acuerdo (andar conforme) a los deseos de este mundo (la carne), sino de acuerdo a la dirección del Espíritu.
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. – Romanos 8:5-6
Aquello que domina nuestras decisiones define nuestra dirección.
- Aquellos cuyas decisiones son dirigidas por los deseos de este mundo pertenecen (son de) a este mundo.
- Los que viven dirigidos por el Espíritu pertenecen a este.
Ahora bien, la dirección que tomamos define a donde llegamos, osea, las consecuencias, que en este caso tienen repercuciones eternas:
- Los dirigidos por este mundo: muerte
- Los dirigidos por el Espíritu: vida y paz
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. – Romanos 8:7-8
¿Cual es el problema de vivir de acuerdo a los deseos de este mundo? Los deseos de este mundo son contrarios (no se sujetan) a los deseos de Dios. Si no nos sujetamos a Dios le rechazamos como Señor sobre nuestras vidas. Esto no nos pone en una posición neutral, mas bien nos lleva en una dirección opuesta a Dios. Por lo tanto, vivir dirigidos de acuerdo a los deseos de este mundo nos hace sus enemigos (enemistad contra Dios).
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. – Romanos 8:9
Si somos de Cristo, Su Espíritu vive en nosotros, y este tiene señorío sobre nuestras decisiones. Si al analizar tu vida ves que esto no es así, esto quiere decir que aun no has definido tu relación con Cristo de la forma que debe ser. Esto es para preocuparte, pero solo si no tomas acción al respecto.
Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. – Romanos 8:12-13
Cuando las consecuencias de nuestras decisiones estan claramente delineadas se nos hace fácil tomar una decisión. En este caso tenemos nuestra decisión nos puede llevar a solo dos destinos: muerte o vida. Creo que la decisión a tomar no debe ser difícil.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! … Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. – Romanos 8:14-17
El decidir permitir que Cristo diriga nuestras vidas tiene sus ventajas:
- Hijos
- Trato de confianza con Dios
- Herederos
Yo decido seguir a Cristo.
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