Danos hoy nuestro pan de cada día
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
– Mateo 6:9-13
¿Cuantos hacemos o hemos hecho la oración del Padre Nuestro? Probablemente casi todos. Sin embargo, mi experiencia es que son muchas las veces que hago esta oración sin capturar el significado de la misma.
Debido a esto por algun tiempo he estado tratando de incorporar esta oración en mi tiempo devocional, pero con un enfoque distinto; no repitiendo las palabras de la misma como frases impersonales, sino mas bien, haciendo cada parte de esta oración una comunicación viva y personal con mi Creador. Una de las partes de esta oración que mas me ha impactado es el versículo 11
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
En lenguaje común esto seria como decir “Suple mi necesidad básica de este día.” Normalmente entendemos esta frase como una petición a Dios para que supla nuestras necesidades. Pero esta parte de la oración tiene repercusiones mucho mas profundas que esta.
Primero, al decir “El pan nuestro…dánoslo hoy” estamos haciendo una confesión de que reconocemos que Dios es nuestro suplidor. Confiamos en que por encima de nuestro trabajo y esfuerzo Dios esta en control de nuestras necesidades.
Segundo, con las palabras “…de cada día, dánoslo hoy” básicamente estamos diciendo “cubre mi necesidad de hoy el día de hoy.” Esto es un concepto casi contradictorio en el mundo moderno. Lo cierto es que la norma es que trabajamos poniendo nuestra mente (y en muchas ocasiones preocupándonos) en cubrir la necesidad de hoy, mañana, la semana que viene, el año que viene y aun de aquí a 20 años. Debemos seguir trabajando y esforzándonos mientras haya energía, pero tenemos que cuidarnos de llegar a pensar que solo con nuestro esfuerzo vamos a asegurar nuestro futuro.
Jesús nos quería enseñar con esta oración a hacer una declaración de fe diciendole a Dios “estoy dispuesto a vivir día a día confiando en ti y no en mi.”
No. No es fácil orar así. No es fácil decirle a Dios “haz lo que quieras que yo seguiré confiando en ti.” No es fácil ceder el control que creemos que tenemos. No es fácil caminar por fe.
Oh Dios, ayudame a recibir la realidad de esta hermosa oración en mi vida. Libera mi mente para que pueda entender la bendición de lo que significa esperar en ti y vivir por fe. Ayudame a entender que lo que puedo hacer por mi mismo no significa que tenga el control, sino que tu me estas dando bendición. Quiero de corazón poder orar diciendo “dame solamente lo que me toca hoy; mañana seguiré confiando en ti”
fe confianza
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