Se la luz
Saulo fue un hombre que vivió en una forma que él creía agradaba a Dios. El problema es que él no sabía que estaba equivocado: es decir, hasta que vio la luz.
Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. – Hechos 9:3-5
La luz resultó ser una experiencia que cambió la vida de Saulo. Por supuesto, esto no era cualquier luz, era La luz: Jesús. Un hombre que antes estaba lleno de conocimiento, pero que se estaba moviendo en la dirección equivocada, se vió afectado de inmediato por la luz que brilló en su vida. La diferencia: una experiencia directa con la luz. Después de esa experiencia Saulo llegó a ser conocido como Pablo, el misionero de mayor alcance en su tiempo.
Si hiciéramos una encuesta el resultado probablemente mostrará que la mayoría de la gente piensa del mismo modo que Saulo. La verdad es que todos estábamos moviéndonos en la dirección equivocada, hasta que experimentamos la luz. No una luz proporcionada por el conocimiento de la Biblia, sino una luz proporcionada como resultado de los cambios experimentados en nuestras vidas debido a una relación personal con Jesús.
¿Qué pasa con aquellos que no han experimentado la luz? Tenemos que ser la luz para ellos. Algunos podrían decir «yo no soy Jesús», pero si Jesús está en nosotros, como lo prometió a sus seguidores, la luz también en ti.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. – Juan 14:12 (Lectura recomendada Juan 14:12-27)
Si hay tantos creyentes en el mundo, ¿por qué no son más las personas que experimentan la luz? Puede que haya muchas respuestas a esta pregunta, pero me gustaría considerar algunas respuestas con el propósito de crear conciencia entre los creyentes, de forma que todos logremos los cambios necesarios para ser testigos de eficientes de Jesús.
- La oscuridad ha tomado el control sobre la tierra, y algunos creyentes no parecen estar tan preocupados. Parece que todo está bien siempre y cuando haya luz en nuestro propio camino. Una luz que no sirve su propósito es como si no hubiese ninguna luz.
- Lamentablemente, algunas personas que se consideran creyentes están viviendo sus vidas de una manera que llevan tinieblas en lugar de luz.
Algunos creyentes están viviendo sus vidas de tal manera que parecen luces para ahorrar energía. El mundo necesita creyentes que brillen su luz a toda potencia. - Esperamos que las instituciones, o incluso el gobierno, brille la luz en el mundo. Llevar la luz no es la responsabilidad de organizaciones, sino de cada miembro de la iglesia cristiana.
Esto me recuerda la película Antz. Esta película es sobre una colonia de hormigas donde cada hormiga tenía una función específica, y la supervivencia de la colonia dependía de que cada hormiga hiciera su parte. Hay una parte de la película donde las hormigas obreras tenían que unirse y formar una bola, por lo que las hormigas obedientemente respondieron a la necesidad y cada uno decidió ser ‘la bola».
Podemos aplicar la lección aprendida de esta película a nuestras vidas. El mundo necesita la luz. Así pues, es tiempo para cada uno de nosotros sea lo que tenemos que ser: se la luz.
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