Superando las tentaciones
Inmediatamente después de su bautismo, Jesús pasó por una serie de tentaciones. El superó cada tentación utilizando la palabra de Dios. Su victoria en estas tentaciones no sólo fue una demostración de su poder para derrotar al enemigo, sino también un ejemplo que debemos seguir cuando somos tentados.
Las tentaciones que Jesús sufrió se dividen en tres categorías en las que somos habitualmente tentados.
LA PRIMERA TENTACION: Necesidades Básicas
Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le propuso: Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan. Jesús le respondió: Escrito está: «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.» – Mateo 4:1-4
¿Qué somos capaces de hacer cuando nuestras necesidades básicas no son satisfechas? Probablemente, la primera reacción es seguir el camino más fácil (es decir, caer en la tentación). Pero aquellos que siguen el camino más fácil con el tiempo se harán daño a ellos mismos o a otros. No es fácil tener una necesidad básica insatisfecha, pero lo que hay que hacer cuando nuestras necesidades básicas no están satisfechas es acercarnos a Dios.
Así que no se preocupen diciendo: «¿Qué comeremos?» o «¿Qué beberemos?» o «¿Con qué nos vestiremos?» Porque los *paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. – Mateo 6:31-34
Cuando estemos en necesidad, la solución está en la palabra de Dios. Como Jesús claramente dijo: «<vivamos> de toda palabra que sale de la boca de Dios».
LA SEGUNDA TENTACION: Irresponsabilidad
Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está: «Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna.» También está escrito: «No pongas a prueba al Señor tu Dios» le contestó Jesús. – Mateo 4:5-7
En esta tentación el diablo estaba invitando a Jesús a «jugar con fuego» y no preocuparse, porque la Biblia dice que Dios le ayudaría. Él quería que Jesús fuera irresponsable. A nosotros también nos gusta jugar con fuego. Lo hacemos en lo que respecta a nuestra salud (por no cuidar de nosotros), nuestra familia (por no ser el padre o cónyuge que se supone que seamos), nuestras finanzas (al no utilizar nuestro dinero sabiamente), e incluso nuestra salvación (por no ser cristianos responsables o a través de un comportamiento pecaminoso).
Nos gusta empujar los límites un poco más y engañarnos a nosotros mismos pensando que «Dios me va a sacar de apuros si nos pasa algo». Incluso, citamos la Biblia como una excusa para tomar riesgos innecesarios.
Dios ciertamente nos puede salvar del fuego como lo hizo con Sadrac, Mesac y Abednego (Daniel 3:16-30), pero si nos metemos en el fuego a propósito nos vamos a quemar.
LA TERCERA TENTACION: Poder
De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor. Todo esto te daré si te postras y me adoras. ¡Vete, Satanás! le dijo Jesús. Porque escrito está: «Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él. – Mateo 4:8-11
¡Fama! ¡Autoridad! ¡Poder! ¡Superioridad! ¡Prominencia! De alguna manera el poder parece ser como un imán para los seres humanos. La gente quiere poder. Es increíble lo que la gente hace para obtener poder. ¿Por qué esta sed de poder? ¿Acaso queremos que otros nos miren y se maravillarse con nosotros, o en otras palabras, nos “adoren”?
Cualquier poder que recibamos es limitado y temporal. No importa la cantidad de poder que alcancemos nunca estaremos satisfechos. Nunca estaremos satisfechos hasta que nos demos cuenta de que lo mejor para nosotros es que nos sometamos a Dios y reconozcamos su autoridad sobre nuestras vidas. Sólo entonces, «también reinaremos con él» (2 Timoteo 2:12). De hecho, mientras no lo hagamos estaremos bajo otro poder gobernante sobre nuestras vidas.
en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia. – Efesios 2:2
Las tentaciones no se detendrán. Estamos en guerra con el mismo enemigo que trató de tentar a Jesús (Efesios 6:12-13). Nuestro enemigo no quiere que nosotros obtengamos el poder que el nunca conseguirá: Salvación y Vida Eterna.
Jesús venció la tentación no a través de milagros o por medio de la demostración de su poder, sino mediante el uso de la palabra de Dios. La clave para la victoria es seguir su ejemplo. Sólo necesitamos conocer su palabra para que podamos usarla en el momento de necesidad.
Si queremos la victoria usemos la palabra de Dios.
Comentarios
Superando las tentaciones — No hay comentarios
HTML tags allowed in your comment: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>