Deprimido
Hay muchas situaciones que pueden llevar a que una persona se sienta deprimida: perder el trabajo, enfermedades, problemas familiares, problemas financieros, etc.
Hay personas que no tienen falta de ningún bien y se sienten deprimidos. No siempre la depresión es el resultado de problemas. La depresión también puede venir como resultado de la falta de propósito o significado en la vida.
Cada cosa tiene un propósito o significado. Nosotros no somos la excepción. Por ejemplo, un refrigerador tiene el propósito de conservar los alimentos. Si el refrigerador deja de funcionar pierde su objetivo y deja de ser necesario. Cuando sentimos que nuestra vida no tiene significado la depresión se refleja con el sentimiento de que no somos necesarios.
Pero, ¿Cómo cumplir un propósito que no sabemos? El propósito de cada cosa es definido por su creador, y por lo general, se especifica en algún tipo de manual. El propósito de nuestras vidas es definido por nuestro creador: Dios. Cualquier esfuerzo en la dirección de conocer nuestro propósito tiene que comenzar en Dios y su palabra.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado – Juan 17:3
Dos puntos acerca de Juan 17:3. Primero, la vida consiste en conocer a Dios y a Jesucristo. O sea, la razón para vivir es conocer a nuestro creador. Cualquier otra cosa que alcancemos en nuestra vida es por lo tanto secundaria y se queda corta en el aspecto de ayudarnos a cumplir nuestro propósito. No tenemos la capacidad de alcanzar el significado de la vida hasta tanto comencemos a conocer a nuestro creador. Esto nos lleva al segundo punto. No es posible llegar al conocimiento pleno de nuestro creador en esta vida, por lo cual es necesaria “la vida eterna” para llegar a conocerle y alcanzar nuestro propósito. Afortunadamente recibimos la vida eterna al recibir a Jesucristo.
Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido – 1 Corintios 13:12
Creo que todos de alguna forma u otra hemos caído en alguna forma de depresión después de haber conocido a Dios. Esto puede suceder cuando la búsqueda de Dios no es un proceso continuo, lo cual puede fácilmente hacernos perder la perspectiva y olvidar nuestro propósito. Lo importante en estos casos es reconocer nuestra situación y retornar a nuestra búsqueda de Dios.
En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos…Tan torpe era yo, que no entendía;
Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de la mano derecha. Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Salmos 73:2,22-26
Busca tu propósito en la presencia de tu creador.
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