Verdaderamente libres
Algunos creyentes entienden que los creyentes en Cristo podemos sufrir de maldiciones generacionales como resultado de los pecados de nuestros antepasados. Según esta creencia, hay que pasar por un proceso de liberación para poder ser libre de tales maldiciones. Sin embargo, esta creencia contradice las enseñanzas bíblicas.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. – Juan 8:36
Este versículo no puede ser tomado ligeramente. La palabra “verdaderamente” viene del griego ontōs significa: ciertamente, limpio, de hecho, de verdad, en verdad. La palabra “libre” del griego eleutheros significa: sin restricciones, no esclavo, exento, libre, en libertad. Esto significa que cuando somos liberados por Cristo no queda ninguna duda de que somos libres de cualquier atadura espiritual que había anteriormente.
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz – Colosenses 2:13-15
Toda deuda espiritual, adquirida previamente debido a nuestra vida de pecado, queda salda al recibir la salvación por fe en el sacrificio de Jesucristo en la cruz.
Los que creen en las maldiciones generacionales utilizan Éxodo20:5 [repetido en Deuteronomio 5:9 y Números 14:18] como razón para justificar esta enseñanza.
porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. – Éxodo 20:5-6
Primeramente, hay que entender que en el tiempo que se dio la ley la forma de enseñanza de la ley venia a través de los padres a sus hijos y a las siguientes generaciones. Como sabemos, ellos no tenían la ventaja de computadoras, biblias electrónicas o Google. Y seguramente las copias de los manuscritos que pudiera haber no estaban al alcance de todos. Lo otro que hay que entender es que esta era una sociedad patriarcal. Al comprender ambos puntos podemos entender que la enseñanza del patriarca podía tener influencias mientras este tuviera vida, o sea hasta posiblemente la cuarta generación (o los bisnietos). Las creencias de sus descendientes eran definidas por las enseñanzas, costumbres, tradiciones e ideas del líder de la tribu (o el clan). Por lo tanto, si estos descendientes eran enseñados a desobedecer la palabra de Dios, si estos vivían de acuerdo a esas enseñanzas sufrirían las consecuencias de tales actos. No se menciona más de la cuarta generación ya que en este punto la tribu estaría bajo el liderato de otro patriarca. Por lo tanto, esto no se trata de una maldición sino de conducta aprendida.
En el mismo libro de Deuteronomio se clarifica que cada uno morirá por su pecado.
Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado. – Deuteronomio 24:16
Está claro que no es la intención de Dios hacer que una persona sea culpada por los pecados de sus familiares. Mas aun, está claro de que en Cristo “somos verdaderamente libres”.
En la segunda parte de este estudio veremos referencias adicionales en contra de las maldiciones generacionales.
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