Verdaderamente libres (2)
En la primera parte de este estudio hablamos sobre la libertad que Cristo nos dio para vencer el pecado y la libertad sobre cualquier reclamación que Satanás quiera hacer contra nosotros, incluyendo las llamadas “maldiciones generacionales”. No se puede establecer doctrina bíblica utilizando porciones fuera del contexto (sea el contexto de la enseñanza del versículo al que se hace referencia, el capitulo, el libro, el autor, y en ultima instancia, la enseñanza de la biblia en su totalidad). Tomando esto en consideración veamos algunas referencias adicionales que contrastan con la “doctrina” de las maldiciones generacionales.
Primeramente, tenemos que entender que Éxodo 20:5-6 cierra con las palabras “y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” Claramente Dios da a entender que su propósito es la bendición y no la maldición. Los que guardan sus mandamientos recibirán Su misericordia, independientemente de lo los hechos de sus antepasados.
También en 2da de Reyes vemos un ejemplo que demuestra como Dios trataba con el pecado.
Pero no mató a los hijos de los que le dieron muerte, conforme a lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, donde Jehová mandó diciendo: No matarán a los padres por los hijos, ni a los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado. – 2 Reyes 14:6
Los profetas Jeremías y Ezequiel también hablan sobre este tema.
19 Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. 20 El alma que pecare, esa morirá – Ezequiel 18:19-20
29 En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera, 30 sino que cada cual morirá por su propia maldad… 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. – Jeremías 31:29-34
Jeremías da el punto final al asunto al profetizar “no se dirá mas” que los hijos pueden culpar a sus padres por lo que están pasando, y mas aun, que ya no dependerán de las enseñanzas de los lideres de sus familias sino que cada uno tendrá conocimiento propio de Dios. Y si queda alguna duda los versículos cierran con la enseñanza de que Dios perdonará y no se acordará del pecado (una referencia al perdón por la fe en Jesús).
La maldición generacional no puede existir para el creyente en Cristo, pues Él nos libró de toda maldición.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley – Gálatas 3:13
Tenemos que entender que es posible que hayamos recibido enseñanzas o que tengamos o hayamos tenido conductas en el pasado que pueden tener repercusiones negativas en nuestro presente. Estas no son maldiciones de las cuales no podamos liberarnos, pues “Cristo nos hizo verdaderamente libres” para tomar la decisión de rechazar tales enseñanzas y conductas.
donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad – 2 Corintios 3:17
El hecho de que en Cristo somos verdaderamente libres no significa que podemos bajar la guardia, pues el enemigo siempre está al ataque (no podemos ignorar sus maquinaciones – 2 Corintios 2:11). Es por esto que se nos ofrecen instrucciones de como vencer.
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. – Santiago 4:7
No solamente Dios nos perdona y se olvida de todo pecado, sino que nos libra de toda atadura pasada, y al someternos a El tenemos libertad para rechazar toda maldad.
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