Rescate – parte 1
Me atraen las películas que envuelven rescate aunque estas siempre tengan una trama parecida. Me gusta el suspenso que estas películas crean a través del desarrollo de la trama. Creo que la atracción por este tipo de películas se debe al sentido interno que todos tenemos acerca de cómo hacer justicia en medio de situaciones injustas.
La secuencia de estas películas es más o menos la misma: una persona es secuestrada, el secuestrador pide un dinero de rescate a cambio de liberar la persona, el héroe arriesga su vida, el secuestrado es liberado y el secuestrador siempre termina mal.
Podemos identificar los personajes principales de estas películas como sigue:
- El secuestrado es una persona desesperada y no tiene la capacidad de resolver la situación por sí misma
- El secuestrador es una persona mala que está dispuesta a todo con tal de alcanzar su objetivo
- El héroe es una persona que tiene un interés especial por la persona secuestrada y está dispuesta aún a dar su vida para conseguir la libertad del secuestrado
La historia de nuestras vidas se asemeja a la de los personajes secuestrados en estas películas. No que hayamos sido secuestrados, pero todos hemos pasado por el secuestro del pecado. Al igual que las personas secuestradas en las películas, éramos incapaces de resolver la situación por nosotros mismos. Y como resultado del secuestro estábamos separados de Dios y de nuestra oportunidad de vida eterna.
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios – Romanos 3:23
Porque la paga del pecado es muerte – Romanos 6:23a
Al igual que en las películas, nuestra vida dependía de que alguien pagara el rescate para liberarnos, y a la misma vez estuviera dispuesto a sacrificar su vida para salvarnos de nuestra condición: Jesús.
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados – Efesios 2:1
Nuestro héroe (Jesús) pagó el rescate por nosotros (a través de su vida), liberándonos de nuestro secuestrador (el pecado) y del destino que nos esperaba (la muerte), y nos dio la oportunidad de regresar a una vida de libertad para siempre (al restaurar nuestra relación con El dador de la vida).
Cuando hablamos de lo que significa salvación raramente nos detenemos a meditar en sus implicaciones. Sin la salvación estábamos destinados a una eternidad separados de Dios y sufrir las consecuencias que esto conlleva. Pero en primer lugar llegamos a esta condición por causa del pecado. Por lo tanto, lo primero que sucede con nuestra salvación es nuestra liberación del pecado.
Pero gracias a Dios que, aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina que os transmitieron; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. – Romanos 6:17-18
Gracias a Jesús por su rescate y por el regalo de una salvación tan grande .
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