Rescate – parte 2
En la primera parte de este estudio hablamos de como nuestras vidas se asemejan a la de los personajes de las películas de rescate. Una cosa que nunca veremos en estas películas es al secuestrado regresando a sus secuestradores luego de ser liberado. ¿Por qué? Porque el propósito de la película es liberar al secuestrado de su cautividad.
Sin embargo, en la vida real hay personas que luego de ser rescatados de la vida de pecado regresan nuevamente a la esclavitud de la misma. Luego de haber sido rescatados por Jesús regresan voluntariamente a la condición de la cual fueron salvados. No que insinuemos que el creyente no peca, porque todos pecamos de una u otra manera (1 Juan 1:8). Más bien nos referimos a los que deciden practicar el pecado (hacer del pecado su estilo de vida), luego de haber sido redimidos por Cristo (1 Juan 3:8).
En la primera parte también hablamos de las implicaciones de la salvación.
- Sin la salvación estábamos destinados a una eternidad separados de Dios
- Sin la salvación estábamos destinados a sufrir las consecuencias del pecado.
Estas son consecuencias del pecado. Pero la salvación conlleva:
- Liberación del pecado – que trae muerte y nos aparta de Dios
- Liberados de la condenación que trae el pecado
- Libertad para acercarnos a Dios – la oportunidad de restaurar nuestra relación con nuestro creador
- Libertad para andar en justicia – viviendo vida en agradecimiento a Dios por nuestra salvación
- Vida eterna – la oportunidad de estar para siempre junto al dador de la vida
El punto más importante de nuestra salvación es nuestra liberación del pecado (punto #1); solo a través de la salvación en Cristo se puede obtener los beneficios de los puntos 2 al 5. Ahora bien, ¿cómo vamos a regresar a la práctica del pecado (mediante una decisión consiente y voluntaria) y pretender obtener los beneficios de la salvación?
La salvación nos libra de la condenación (punto #2), pero solo si nos mantenemos en Cristo y vivimos conforme a la dirección del Espíritu Santo. La biblia es enfática en este aspecto.
¿Perseveraremos en el pecado…? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? … porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. – Romanos 6:1-4
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu – Romanos 8:1
Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. – Hebreos 10:26-27
¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? – Hebreos 2:3
… El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. – Juan 15:5-6
No hay nada que nosotros podamos hacer por nuestra salvación, excepto recibir y permanecer en Cristo. Pero, permanecer en Cristo conlleva una fe activa y que reacciona al amor que recibimos de Dios.
Es claro que el propósito de Dios es rescatarnos (Marcos 10:45). Pero si no permanecemos en Él nos cogemos el riesgo de solo vivir una religión vana y que Jesús nos diga que nunca nos conoció.
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. – Mateo 7:23
No es el propósito de este estudio criticar a nadie, sino concientizarnos a todos acerca del peligro del pecado.
sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. – Santiago 5:20
Disfruta la libertad que Cristo Jesús obtuvo para ti.
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