Flu
Flu es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por el virus de la influenza. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y problemas estomacales, entre otros. En los Estados Unidos, el flu causa un rango de 3,000 a 49,000 muertes anuales.
Prevenir el flu incluye los siguientes pasos:
- Vacunarse anualmente (procedimiento por el cual se inactiva o debilita el microorganismo que causa la enfermedad y se administra a las personas para que el cuerpo lo reconozca y produzca defensas contra la enfermedad)
- Detener la propagación de los gérmenes (evitando contacto con personas enfermas y lavarse las manos constantemente, entre otros)
- Obtener ayuda médica lo antes posible si presentas los síntomas
Es importante seguir estos pasos para evitar el contagio, y sobre todo evadir la posibilidad de formar parte de las estadísticas de las muertes causadas por el flu.
Pero hay una enfermedad mucho peligrosa que cualquier otra enfermedad: el pecado. Este es sumamente contagioso y es el resultado del rechazo a Dios. Los síntomas del pecado aparentan ser leves en su inicio reflejando duda o indiferencia hacia lo que dice Dios en Su palabra, pero degeneran rápidamente cuando se comienza a practicar comportamientos contrarios a las escrituras, y culminan con la persona llevando una vida abiertamente en rebelión a Dios. El resultado de esta enfermedad es la muerte espiritual: vivir la eternidad separados de Dios y Su gloria.
Esta enfermedad no se puede prevenir con una vacuna, pues no se puede sanar al pecado con más pecado. Por esta razón Jesús tomó nuestro lugar cargando nuestros pecados en la cruz. Por lo tanto, nuestra única forma de inmunización es exponer nuestra vida a la presencia del único que tiene el poder de derrotar el pecado.
¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. – Hebreos 9:14-15
Como sabemos, la posibilidad de contagiarse con esta enfermedad está presente en todo momento, así que mantengámonos inmunes mediante una relación constante con Jesús, el único que puede salvarnos de sus consecuencias.
y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. – 1 Juan 2:1
Comentarios
Flu — No hay comentarios
HTML tags allowed in your comment: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>