Es tiempo de actuar – parte 2
Vivimos tiempos difíciles y necesitamos un cambio urgente. Este cambio puede ocurrir solo si el pueblo de Dios decide actuar, pero tenemos que comenzar el cambio con nosotros mismos. Poco a poco hemos cedido a las influencias del mundo y abandonado el fundamento bíblico. Sé que suena fuerte, pero te invito a que reflexiones un poco acerca de esto.
Si le preguntaras a la gente que te conoce (sin contar a los que forman parte de tu iglesia) ¿Cómo describirían ellos a Jesús basado en el ejemplo de tu vida? ¿Pueden ellos describir a Jesús a partir de mi ejemplo? ¿Demuestro a otros que Jesús es mi Señor? ¿Estoy usando los talentos que Dios me dio? Y si los estoy usando, ¿lo hago para que “venga Su Reino” o para mi propio beneficio? Y, si no estoy viviendo la vida abundante que Jesús me prometió, como puedo pretender que otros la vivan.
La intención de estas palabras no es acusar ni hacer sentir a nadie mal. Más bien el propósito es compartir esta carga que sé nos es común. La lucha es fuerte; ‘en el mundo tendremos aflicción’. Pero mientras estemos en este mundo somos parte de un reino inconmovible, y no importa cuán difíciles parezcan los tiempos, ‘las puertas del infierno no prevalecerán’.
Está en cada uno de nosotros iniciar un cambio que comience en nuestras vidas, se expanda hacia nuestras familias e impacte al resto de la sociedad. Es responsabilidad de aquellos que nos llamamos iglesia presentarle a la gente al Jesús que nos libertó, nos dio vida y al cual es un verdadero deleite seguir.
Es tiempo de actuar. ¿Qué vamos a hacer al respecto?
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