Dios, el cielo y señales de tráfico
¿Cómo sería la vida sin señales de tráfico? ¿Te imaginas ser capaz de conducir sin restricciones? No detenerse, no luces rojas, no velocidad máxima, y no límites. Suena genial, pero sólo si usted es el único en la carretera. La verdad es que a pesar de que no nos gusten las señales de tráfico, seguirlas salva vidas. Seguirlas nos ayuda a llegar con seguridad a nuestro destino. No seguirlas tiene un costo de decenas de miles de vidas perdidas en los EE.UU. cada año. Esto es un alto precio a pagar.
La palabra de Dios (la Biblia) es similar a las señales de tráfico. Sería agradable vivir la vida sin restricciones, y sin nadie que nos diga qué hacer. Pero no vivimos solos en la tierra. Las leyes de Dios tienen el propósito de que podamos vivir una vida mejor y tener mejores relaciones con los demás y nuestro creador. Seguirla nos ayuda a llegar con seguridad a nuestro destino celestial. La Palabra de Dios salva vidas. Es como señales de tráfico que nos guían por el camino de nuestras vidas. Nos muestra:
- la Velocidad (Máxima) en el camino de tu vida
- cuando detenernos y cuándo proseguir
- cuando es necesario reducir la velocidad para aprender (Zona Escolar)
- cuando se acerca un Camino Estrecho en nuestra vida
- cuando tu vida está a la espera de cambios (Construcción Adelante)
- cuando es importante Ceder El Paso a los demás
- cuando el camino puede tornarse resbaladizo (Resbala Mojado)
- el Peso Máximo que usted puede llevar
- a ser humildes (Altura Máxima)
- las Carreteras Cerradas a tu vida y los caminos que te llevan a una Calle Sin Salida
- si usted va por mal camino (En Contra Del Transito)
- cómo prepararse para las Curvas que se llegaran en el futuro
- si esta es la Salida correcta
- que sólo hay Una Vía a Dios
- cual es el único (Solo) camino al cielo
De ahora en adelante cuando veas una señal de tráfico recuerda que de la misma manera que estas existen para protegernos de accidentes, la palabra de Dios está disponible para bendecirnos y protegernos de la muerte espiritual.
No obedecer la palabra de Dios significa el rechazo de su oferta de vida eterna con él. Esto es un alto precio a pagar.
Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis…A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él – Deuteronomio 30:11-20
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