Lecciones sencillas de la carta a los Romanos – parte 3
El Justo Juicio de Dios
Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona – Romanos 2:16
Lo que hacemos (bueno o malo) define lo que vamos a recibir cuando Dios nos juzgue: un premio o ira y enojo. Esto podría sonar como una contradicción al mensaje de la justificación por la fe (el hombre es justificado por la fe – Romanos 3:28). Como Santiago dijo, «Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta.» (Santiago 2:17). Es imposible tener fe y no hacer nada al respecto. Algunas personas pueden tener la tentación de pensar que Santiago estaba equivocado, pero la verdad es que aun Pablo, quien enseñó acerca de la justificación por la fe, también enseñó acerca de las buenas obras,
Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras».Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad. Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran castigo de Dios. Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen el mal…pero gloria, honor y paz para todos los que hacen el bien. – Romanos 2:6-11
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. – Efesios 2:10
Como puede ver, no hay ninguna contradicción en las enseñanzas de la fe y las buenas obras. ¿Es posible tocar el fuego y no quemarse? Tampoco es posible tener fe sin buenas obras. Por la fe, somos justificados. A traves de las obras, los justificados demuestran lo que han creído. Las buenas obras son una consecuencia natural de la fe. Es perfectamente explicado por Santiago:
Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras. – Santiago 2:18
Sería fácil simplemente decir que creemos, y no tener ninguna responsabilidad al respecto. Mi opinión personal es que si Dios solamente quisiera que seamos salvos, iríamos directamente al cielo tan pronto como somos salvos. Pero no, nos quedamos aquí en este mundo…y hay muchas enseñanzas de la Biblia que nos enseñan a vivir en este mundo mientras esperamos la redención de nuestro cuerpo. Nos quedamos aquí porque tenemos una misión que cumplir.
Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen. – Romanos 2:13
Todo esto puede resumirse en un proceso de cuatro pasos:
- Escuchamos
- Tenemos fe
- Obedecemos
- Hacemos buenas obras
¿Es esto difícil? Para nada. No hay sacrificios. Sólo tenemos que hacer las obras que Dios preparó de antemano para nosotros (Efesios 2:10).
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