Lecciones sencillas de la carta a los Romanos – parte 5
Un regalo inmerecido
¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe. – Romanos 3:27
A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados…Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. – Romanos 5:6-8
¿Qué hemos hecho para merecer el perdón de Dios? Nada. El perdón es un don inmerecido de Dios. Todo lo que necesitamos hacer es tener «fe en su sangre» (3:25). Podríamos estar tentados a pensar que podemos ser justificados por lo que hacemos o quiénes somos, pero no hay nada que podamos hacer para justificarnos delante de Dios. Él es «el que justifica los que tienen fe en Jesús» (3:26). No hay ninguna jactancia. No importa si somos buenos cristianos, buenos padres, buenos ciudadanos, o buenos vecinos: nada nos justificará sino la fe.
Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige.. – Romanos 3:28
y
En efecto, no fue mediante la ley… sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia. – Romanos 4:13
Durante llos tiempos de Pablo algunos líderes religiosos estaban enseñando acerca de los requisitos de las prácticas religiosas ( «las obras que exige la ley») a fin de lograr la salvación. Pablo escribió para asegurarse de que nadie se dejara engañar por estas mentiras. Como hemos mencionado en estudios previos, estamos llamados a hacer «buenas obras», pero lo hacemos porque ya estamos en Cristo, y no porque queremos justificarnos ante Dios.
Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor sino como una deuda. Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como justicia. – Romanos 4:4-5
Los resultados de nuestra justificación
El pecado nos hizo enemigos de Dios (5:10). Pero la justificación a través de Jesús restauró nuestra paz con Dios.
En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. – Romanos 5:1-2
Va a haber castigo, pero solo para los enemigos de Dios (5:9). Pero para todos los que han sido reconciliados mediante Jesús habrá salvación.
Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! – Romanos 5:9-10
¡Qué CAMBIO!
Del pecado a la justicia
De enemistados a paz
De la impiedad a la justificación
Del castigo a la salvación
El puente que nos lleva al otro lado: Jesús.
Esta bendición fue presentada por: El amor de Dios para ti y para mi.
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