Destapa el desagüe
No creo que a nadie le agrade destapar un desagüe. Cualquiera que haya pasado por esta experiencia sabe que es desagradable. Con el uso, siempre habrá residuos que se irán acumulando en el desagüe, tapándolo poco a poco. La única forma de evitar este problema es dándole mantenimiento adecuado al desagüe. Dilatar el mantenimiento solo puede llevar a que el problema empeore, teniendo entonces que invertir mucho dinero para que un experto se encargue de resolverlo.
Hay momentos en nuestras vidas en que podemos sentirnos como un desagüe tapado. Cuando esto sucede nos sentimos como si la vida hubiera perdido su propósito. Esto no es algo que sucede de un día para otro, sino que es un proceso que ocurre poco a poco. Diferentes situaciones (malas decisiones, prioridades incorrectas, descuido espiritual, pecado, etc.) se van acumulando obstruyendo nuestra vía de comunicación con Dios.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. – Salmos 32:3
El salmista David estaba pasando por esta experiencia; sentía que su vida se había secado en medio de su angustia (‘se envejecieron mis huesos’). Afortunadamente él descubrió que la razón de su problema era la falta de mantenimiento (‘mientras calle’). David entendió que la solución de su problema estaba en confesar sus faltas a Dios.
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado – Salmos 32:5
Estamos diseñados para mantener una relación con Dios. Cuando esta relación no existe o se ha deteriorado con el tiempo (falta de mantenimiento), nos abarcan sentidos de angustia, esterilidad, mortandad y cosas semejantes. La razón es clara: en la medida que nos apartamos del dador de la vida, nos vamos apartando del propósito de la misma. El propósito de la vida solo se puede encontrar en el dador de la vida.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. – Salmos 32:8
Sabemos que la vida no es fácil. Pero en la medida que mantengamos una vida de comunión con Dios crecerá nuestra confianza y seguridad de que Él es capaz de tomar nuestras preocupaciones y traer paz a nuestros corazones.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. – Filipenses 4:6-7
No permitas que las circunstancias de la vida te roben el propósito de la misma. Mantén tu vida fluyendo en medio de toda circunstancia a través de una continua relación con tu Creador.
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